Wednesday, September 12, 2007

La Libertad de los Seres Humanos

Tim Leary, Internet y Vicente.

Hace un rato estaba viendo un video de humor negro de los Simpsons, en donde la Virgen María golpea a lo Uma Thurman a jugadores de futbol en un estadio brasileño y recordé que: Homero = Springfield; Springfield = Tim Leary. ¿Quién mierda es Tim Leary?... se suele decir que a los personajes trascendentales se les reconoce por sus logros; cuento corto: fue bachiller en psicología en la Universidad de Alabama, Master en Psicología de la Universidad de Washington, Doctor en Psicología de la Universidad de Berkley – California, director de investigaciones psiquiátricas en la fundación Kaiser Family y conferenciante de psicología en la Universidad Harvard. Ya ¿y?... bueno, después de ser un destacado psicólogo en Estados Unidos, pasó a ser en los ‘60 “el más peligroso hombre vivo”, el mismísimo anticristo de la sociedad norteamericana…. ¿por qué?.... en 1957 la revista Life publica un artículo de R. Gordon Wasson que documentó (y popularizó) el uso de hongos Psilocibe en ceremonias religiosas de los indígenas Mazatecas de México…¿yaaaaa?... se preguntarán ahora para dónde va todo esto, aunque no lo crean tiene sentido… creo.

Tres años después, Tim viaja a México y prueba los hongos por primera vez, una experiencia que altera drásticamente el transcurso de su vida. En 1965 Leary comenta que: “él, aprendió más acerca de su cerebro y sus posibilidades, y más acerca de psicología en las cinco horas después de haber ingerido estos hongos que en los 15 años que tenía estudiando e investigando la psicología” (Ram Dass Fierce Grace, 2001, Zeitgeist Video).

De vuelta a Harvard, Leary y sus asociados, comienzan la investigación conocida como el Harvard Psilocybin Project. Su meta era analizar los efectos del hongo en sujetos humanos (en este caso estudiantes de Harvard School of Divinity), usando una versión sintetizada y legal de la droga (uno o dos de sus componentes activos) que fue producida de acuerdo a las indicaciones del químico Alberth Hofmann.

Leary argumentó que psicodélicos usados en dosis correctas y con la guía de profesionales en psicología podían alterar la conducta de maneras inauditas y beneficiosas. Sus experimentos no produjeron suicidios, psicosis o “malos viajes”. Las metas de la investigación de Leary incluían mejores formas de tratar el alcoholismo y reformar a los delincuentes. Muchos de los participantes de la investigación de Leary informaron de experiencias místicas y espirituales profundas que ellos dicen que permanentemente alteraron sus vidas de una manera muy positiva.

Leary comenta en su biografía titulada Flashbacks, que ellos administraron LSD a 300 profesores, estudiantes graduados, escritores y filósofos, y el 75% de ellos lo reportaron como una de las experiencias más educacionales de sus vidas. Ellos también suministraron dosis de LSD a 200 clérigos y el 75% de ellos dijeron que tuvieron la experiencia más religiosa de sus vidas.

Después de estas experiencias, Leary tuvo graves problemas con la ley. Estos "viajes" no sentaron muy bien al "stablishment" americano, por lo que fue expulsado de Harvard y sentenciado a 37 años de cárcel por posesión de 10 dólares de marihuana.

Con ayuda de su esposa, consiguió escaparse de la prisión para refugiarse en Argelia. En los primeros años de la década de los 80, reapareció en California convertido en profeta de la cibercultura. Para él un Cyberpunk es:

"alguien que sabe usar la tecnología para crear su propio material audiovisual y editar su propia MTV en su Macintosh. Individuos que usan su inteligencia no para hacer dinero para una gran compañía, sino para enriquecer su vida y sus relaciones humanas".

Si bien el término Cyberpunk es algo anticuado, su definición describe a la perfección la cultura actual del Internet del cual hizo uso hasta su muerte. Cuando en 1996 le diagnosticaron un cáncer terminal de próstata, recibió la noticia con jubilo y declaró a Los Angeles Times: "He estado esperando la muerte durante años. Es lo más importante que uno hace en la vida. Es la salida, la escena final de la vida. Es el tercer acto, cuando todo toma sentido".

Tres tazas de café, 36 cigarrillos, 4 vasos de champagne, 12 globos de óxido nitroso, tres líneas de cocaína y cuatro galletas de Cannabis. Esta era la dieta diaria de estimulantes del cyberguru Timothy Leary dos meses antes de morir, a los 74 años de edad.

Leary organizó su propio epílogo, convirtiendo sus últimos días en una fiesta de celebración de la muerte. Invitó a sus amigos para tomar drogas juntos, concedió entrevistas a los medios de comunicación e instaló un servidor Web en Internet donde informaba diariamente sobre la evolución de la enfermedad. El día de su muerte se podía leer en este Web el siguiente "parte médico" : Pulso = 0, Presión Sanguínea = 0/0, Timothy ha pasado a...Pero él dice que se siente estupendamente.

Y Tim murió… vida y muerte es un tema recurrente en mí pensar, no le temo a la muerte ya que lo considero parte de la vida, pero temo la muerte de los que me son significantes… paradójico ¿no?, pero ese es otro tema. Lo que recuerdo ahora es que en mi entorno existe una creencia de que cuando alguien muere, alguien nace. Parece ingenua la idea, pero en una muy informal investigación sin registros empíricos de mi vida, he observado la coincidencia de que cuando alguien cercano muere, prontamente nacerá alguien.

¿Y qué tiene que ver toda esta maraña de ideas dispersas?, ahora recién puede lograr conectarlas (aunque creo que inconscientemente sabía para donde apuntaba). Recordemos el título de este escrito Tim Leary, Internet y Vicente. De Tim vimos sus experiencias que nos llevaron a lo de Internet y sobre lo que era un cyberpunk: "alguien que sabe usar la tecnología para crear su propio material audiovisual y editar su propia MTV en su Macintosh. Individuos que usan su inteligencia no para hacer dinero para una gran compañía, sino para enriquecer su vida y sus relaciones humanas".

Justamente de esto último es que me asombré el fin de semana pasado con el nacimiento de nuestro sobrino comunitario: VICENTE MAURICIO MIRANDA LEON. Conversando con su padre, Roberto, me dijo de lo sorprendente de poder dar a conocer a familiares distantes de los hechos previos al nacimiento (contracciones comunicadas a tiempo real por medio del blog de VICENTE) y del posterior video – en YouTube - del parto realizado con mucho amor por su padre, una persona que usa su inteligencia no para hacer dinero para una gran compañía, sino para enriquecer su vida y sus relaciones humanas.

Este es el mejor uso que se le puede dar a la tecnología: para dar a conocer que no ha nacido un “sujeto”, sino, un “ser humano libre” – aun -, que viene a dar alegría a toda su familia. Para finalizar, quiero decir: ¡BIENVENIDO VICENTE!

Para Roberto & Viviana.

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